"Quienes cuestionan el Mundial de 1978 son cobardes intelectuales"

infobae.com- Roberto Saporiti es uno de los principales abanderados de esa corriente futbolística que en la Argentina se conoce como "menottismo". Además de haber sido colaborador del seleccionador en los mundiales de 1978 y 1982, "Sapo" cuenta en su currículum con experiencia como entrenador de Boca, San Lorenzo, Rosario Central, Chacarita, Argentinos Juniors, Defensa y Justicia y Talleres de Córdoba, club en el cual tuvo cinco etapas.

A sus 71 años sigue siendo un apasionado por el fútbol. El DT se refirió a la actualidad del conjunto nacional y al fútbol argentino. Saporiti tuvo además algunas palabras para aquellos que cuestionan la validez del campeonato del mundo de 1978.

Como ante cada cita mundialista, diversas selecciones se perfilan como candidatas a alzarse con el trofeo. "El Sapo" tiene los suyos. Reconoce que no va a decir "ninguna novedad" y postula que sus favoritos son Brasil, Argentina, España e Inglaterra.

"Los mundiales se dividen en participantes -que son todos-, protagonistas y candidatos. Los protagonistas, obviamente, y con todo respeto, son Uruguay, México y algunos otros equipos de segunda línea. Después están los candidatos, los que han sido campeones del mundo. España no lo ha sido, pero por tener una base muy importante la sitúo en este grupo".

El entrenador del Argentinos Juniors campeón de 1984 señala que, como Lionel Messi es "un jugador que se tira un poquito atrás y juega en los últimos metros", es muy importante lograr "asociaciones" para conseguir su mejor rendimiento la selección.

El técnico justifica su postulado con los últimos partidos del Barcelona: "La falta de Iniesta, Messi la ha sentido. Si yo veo el partido Espanyol-Barcelona, el Espanyol le metió un 4-4-1-1 y le cerró los espacios. El Inter también le cerró los espacios y Barcelona no pudo encontrarlos. Y -¡vaya casualidad!- en ambos faltó Iniesta".

"Creo que Argentina, a mi criterio, tiene a Verón, que juega un poco más en el pase largo. Pero le falta un jugador que ponga pases entre líneas. En este caso, el especialista, el mejor, y de los mejores del mundo, se llama Juan Román Riquelme", completó.

El entrenador amplió su análisis de juego: "En la selección argentina, de lo que he visto, faltó juego entre líneas, tener más la pelota, tirar menos pelotazos, jugar más el balón, entreteniéndolo y metiéndolo en el hueco. No utilizar a Messi como si fuera el todo, sino que sea una parte más del equipo".

Saporiti es, como indica la frase popular, uno de los 40 millones de técnicos que hay en la Argentina. Fiel a dicho postulado, señala: "Si dirigiera la selección argentina, jugaría con espíritu de grandeza, de buscar el partido. Sin ser tontos, sin regalar, sin abrir espacios. Pero cada uno tiene un gusto". Aclara, sin embargo, que él no niega "ningún estilo", pero que "el estilo del Barcelona" es su ideal.

El entrenador, director hasta diciembre del 2009 de Talleres de Córdoba, atacó a quienes cuestionan la validez del mundial obtenido en 1978 por la presencia en el gobierno de la junta militar: "Hablar ahora es muy fácil. A todos esos cobardes mentales y sobre todo a algunos periodistas que todavía hoy hablan, que si no hubiera sido la dictadura militar, Argentina no hubiera sido campeona del mundo, les digo que no tuvo ninguna influencia".

"Lo que voy a decir es irrebatible. Cuando fuimos al sorteo con Menotti, sale la primera bolilla: Italia. Sale la segunda bolilla: Francia. Sale la tercera bolilla: Hungría, que en ese momento era un equipo de potencia en Europa. Nos tocaron tres equipos europeos y casi quedamos eliminados en la primera ronda. Eso desmiente todo. Argentina fue un legítimo ganador de la copa del mundo, porque fue el mejor equipo, porque se preparó, porque tuvo organización, porque tuvo un técnico muy inteligente, porque tuvo coraje", amplió.

"Esa gente que habla ahora, no les he visto en aquel entonces hablar nada. Son cobardes intelectuales. Me refiero sobre todo a algún periodista que todavía anda diciendo barbaridades por ahí", concluyó.